En la soledad también se halla compañía; es en el silencio de nuestra propia presencia donde a veces encontramos las respuestas que el ruido exterior no nos permite escuchar.
Explicación
Esta frase invita a reflexionar sobre la percepción de la soledad. Lejos de considerarla un abismo de aislamiento, propone verla como un oasis de autoconocimiento y paz interior. En esos momentos de quietud, cuando estamos solos, podemos dialogar sinceramente con nosotros mismos, revisar nuestras emociones, analizar nuestros pensamientos y, sobre todo, escuchar. La soledad, así entendida, se convierte en una compañera que nos guía hacia un profundo entendimiento personal, permitiéndonos encontrar respuestas y significados que, en el bullicio cotidiano, se nos escapan.