En el jardín de la vida, cada desafío es una semilla de crecimiento.
Explicación
Esta frase nos invita a ver cada desafío no como un obstáculo, sino como una oportunidad. Una oportunidad para aprender, para fortalecernos, y sobre todo, para crecer. Al igual que las semillas, que necesitan ser enterradas en la oscuridad para poder germinar y florecer, nosotros necesitamos atravesar momentos de dificultad para poder ver nuestra propia luz y potencial. Cada experiencia difícil es una lección disfrazada, una guía que nos lleva a ser mejores versiones de nosotros mismos.