Explicación
Esta frase refleja la importancia fundamental de la educación. Aunque la educación en sí misma no puede cambiar el mundo directamente, tiene un poder inmenso en modificar las mentes y corazones de las personas. Aquellos que están bien educados tienen la capacidad de pensar críticamente, crear soluciones innovadoras y actuar de manera que impacta positivamente su entorno. La educación se convierte en la chispa que enciende la pasión y el potencial en cada individuo para hacer una diferencia significativa en el mundo.