Explicación
Esta frase destaca la profunda conexión emocional que el deporte puede generar en las personas. La pasión se convierte en un impulso vital, similar al latido del corazón, que no solo motiva, sino que también mantiene viva la llama de la **determinación** y el **compromiso**. Sin importar cuán difíciles sean los desafíos, esa pasión es la fuerza que empuja a los atletas a superarse a sí mismos constantemente.